La campaña de clementina Sando está terminando ya esta semana en las principales zonas productoras de España con volúmenes un poco más grandes por la entrada en producción de nuevas plantaciones y con precios superiores a los del año pasado. La variedad protegida procedente de Nules, Castellón, continúa creciendo en popularidad entre los agricultores valencianos y tiene proyectado empezar a plantarse en el hemisferio sur en 2024.
«Esta semana están despachándose ya las últimas partidas de Sando. Las primeras cosechas empezaron el 15 de diciembre, un poco antes de lo habitual, debido a la falta generalizada de clementinas y mandarinas en los mercados al haber caído tanto la producción en la primera parte de la campaña por las olas de calor, la sequía y las lluvias», cuenta Joan Caballol, CEO de Sando Clementine. “La verdad es que, aunque se empezó a recolectar antes, Sando ya ofrecía unas condiciones óptimas tanto visuales como de sabor. Ante este escenario, la fruta ha destacado notablemente frente a otras variedades disponibles en su ventana comercial y se ha dado a conocer más entre las empresas comercializadoras de cítricos”.
Su ventana comercial va de mediados de diciembre a finales de enero, aunque hay zonas productoras que pueden producirla hasta finales de febrero. “Sando ha demostrado adaptarse bien a las altas temperaturas del pasado verano y otoño, que han afectado tanto directamente como a través del incremento de plagas, a variedades libres como la Clemenules, siendo originaria de la misma geografía. La verdad es que, a pesar de la sequía, Sando ha gozado de buenos calibres y de un alto contenido en zumo, ya que además de tener una buena genética, se hace evidente que los agricultores son cada vez más profesionales”, afirma Joan Caballol.
La producción de esta variedad protegida ha sido más elevada este año al haber entrado en producción nuevas parcelas en Castellón y Valencia. “El año pasado hubo una producción importante de clementinas en general y Sando aguantó con precios muy satisfactorios. Este año, ha crecido la producción de esta variedad y en un contexto de precios alcistas, ha obtenido medias de entre 90 y 65 céntimos el kilo. Un cítrico que tenga una calidad constante de producción todos los años es de suma importancia para la economía de los agricultores”.
De acuerdo con Joan, “el cultivo Sando tiene mucho arraigo en Castellón, al ser su lugar de origen y ser una provincia más centrada en la producción de clementinas, pero estamos muy contentos con la popularidad que ha alcanzado este último año en la provincia de Valencia, especialmente por parte de importantes comercios que ya han empezado a apostar por ella”.
“Mientras tanto, seguimos con el objetivo de crecer en producción, ya que es necesario que pueda haber un suministro constante en mercados puramente ‘clementineros’ que cada vez la demandan más, como son Francia, Bélgica o Italia. No obstante, queremos que este crecimiento sea ordenado con tal de asegurar una rentabilidad a toda la cadena, empezando por el agricultor, razón por la cual mantenemos la limitación de 1000 hectáreas de explotación, de momento”, añade.
2022 cerró con importantes avances en materia de regularización de campos de explotación ilegal. “Estamos satisfechos con los resultados obtenidos pero todavía queda trabajo por hacer y pronto lanzaremos nuevas acciones que acelerarán el proceso de legalización”, avanza Joan Caballo.
La variedad, que se multiplica y explota principalmente en España y que cuenta con algunas plantaciones en Italia, empezará plantarse en Sudáfrica en 2024 y en los próximos años, estando ya muy avanzado el protocolo cuarentenario, prevé plantarse también en California y en Australia.
Sando Clementine participará con estand propio en la próxima edición de Fruit Logistica, en Berlín, donde recibirá a sus visitantes en el Hall 11.2, stand A 46.
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Joan Antoni Caballol i Angelats
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